Sin título (ni adjetivo)
A continuación formulo una reflexión (sobre el autónomo) a la que no he sido capaz de encontrar un título que no incluyera descalificaciones o amargas críticas, y por eso prefiero omitirlo.
Sobre el autónomo, sus derechos y cotizaciones, se están formulando desde varios entornos permanentes opiniones, anunciando proyectos e iniciativas que merecen una profunda reflexión. Comienzo por señalar que después de 24 años repitiendo desde la Asociación que “el autónomo a igual cotización debe tener los mismos derechos”, por fin se nos anuncia un pacto de Gobierno que aparentemente reza: “A igualdad de contribución, debe corresponder igual grado de protección”. Acepto, en principio, la buena intencionalidad del anuncio, pero con la indiferencia que nace del convencimiento de que no existe ninguna relación de medidas que puedan garantizar este objetivo; es decir, solo es una exposición teórica.
A partir de aquí, basándome en los comentarios políticos que los medios de comunicación recogen, lo que se intenta hacer parece que está encaminado en dos direcciones, y ambas, en mi opinión, cuestionables:
a) Prorrogar la cuota reducida de 50 € durante 6 meses más hasta abarcar el primer año de actividad.- Si alguien piensa que el problema de emprender, de iniciar una actividad, se soluciona reduciendo la cuota mínima en unos 200 €, debería hacérselo mirar, por lo menos en el caso de cualquier emprendedor que sea titular de una microempresa con opciones de permanecer, y no digamos nada si tiene trabajadores.
El legislador debe reflexionar sobre el hecho de potenciar nuevas titularidades en actividades saturadas, cuyos titulares pueden acceder con menor coste generando situaciones que perjudicarían a los ya existentes. ¿No sería mejor, y hasta más honesto, el reducir los costes para todos sin necesidad de favorecer la creación de nuevas empresas en sectores saturados?.
b) No cotización si se tienen ingresos inferiores al salario mínimo interprofesional.- Enunciado así parece que es una medida interesante…, el problema está en los matices:
• ¿Cuál sería la base de cotización que se acumularía a efectos de futuras pensiones / jubilaciones?.
• ¿Puede sostener nuestro sistema de Protección Social nuevas altas sin cotizar pero generando derechos de pensión?.
• Y si no genera derechos de pensión, ¿cuál es el interés del autónomo en no cotizar?.
Podríamos seguir planteando reflexiones similares, pero vayamos con lo complementario a lo anterior: el legislador pretende que el autónomo (titular empresarial) cotice no como ahora con base a su elección (mínima 893,10 €, es decir, con cuota de 267,04 €) sino en función a sus rendimientos reales:
• ¿Significa esto que el autónomo –frente a la elección voluntaria de una base– debería cotizar 3, 4, 5 o más veces que la cuota que esté liquidando en estos momentos?.
• ¿Serán capaces de tomar esa decisión sin haber equiparado todos los derechos del autónomo a los del asalariados?.
Sólo he querido exponer una opinión sobre dos medidas concretas, pero de cara a la galería, existen otras que, como enunciado, llaman la atención (me recuerda a aquella canción “que buenas son las hermanas del colegio, que buenas son que nos llevan de excursión”). En este grupo englobo lo del incentivo a las madres autónomas, a sus cuotas o ante su baja por maternidad, al trabajo a tiempo parcial…. De cara a la galería, todo esto puede merecer elogios, pero no olvidemos que permanece el problema verdadero (la subsistencia de unas pensiones razonables vinculadas a la cotización realizada), y ningún grupo político se atreve a valorar la gravedad de esta situación y las medidas -y su coste- que piensan adoptar para su solución.
En definitiva, se está haciendo demasiada demagogia con el autónomo, y animo a todos a no quedarse con los titulares: se debe esperar a conocerlos y valorarlos por sus obras, por lo que hagan, por los costes que soportemos, por cómo van a tratar a esos autónomos con jornadas laborales que duplican a la que tienen los empleados públicos…, y siempre con una premisa: jamás menores derechos que un asalariado cuando exista la misma tributación.
Ángel T. Gago,
Presidente