En tres palabras: Prácticamente im-posible
Pretender resolver problemas de convivencia ciudadana, o anómalas conductas cívicas a través de ordenanzas, es una aspiración antigua, reiterada pero muy compleja si no se aplican medidas eficaces: el entorno institucional, dando voz a entidades como la nuestra, está intentando desarrollar un conjunto de medidas que, sinceramente, será muy difícil que finalicen con resultados satisfactorios aunque, por supuesto, apoyamos la plena legitimidad para intentarlo.